El diagnóstico de cáncer es una de las peores noticias que se puede recibir.
Incluso en los casos con mejor pronóstico, la enfermedad va a suponer una ruptura en nuestra vida cotidiana acompañándose de miedo e incertidumbre.
Por ello, es muy importante contar con una información adecuada y el apoyo psicológico necesario para adaptarnos a la nueva situación.
No todos los casos de cáncer necesitarán consultar con un psico-oncólogo, pero debe valorarse muy positivamente el papel de estos especialistas entrenados para ayudarnos a manejar las emociones y afrontar la enfermedad.
Como testimonio, presentamos un extracto de la visita a una psico-oncóloga experta.
Espero vuestros comentarios.
Enhorabuena por desnudarte ante nosotros. En mi blog he puesto un 'post' sobre tí y ya estás entre mis 'links' favoritos. FORÇA! Y cuando vengan mal dadas, si te creces, te sentirás mejor. http://javierlunaro.blogspot.com/
ResponderEliminarEloy
ResponderEliminarMucho ánimo y sobre todo un fortísimo abrazo. Sin prisa pero sin pausa, que nos tienes que seguir curando a muchos que te queremos.
Echo de menos más comentarios tuyos. Explícanos más cómo vas evolucionando, tanto desde el punto de vista de salud, como desde el psicológico.
ResponderEliminarHola, Eloy, me llamo Belén y soy amiga de tu hermana Gema. El martes estuve con ella y me pidió que te escribiera. Verás, a mí me diagnosticaron cáncer de colon hace cuatro años y medio. Desde entonces me han operado cinco veces y, dejando aparte la recuperación de las operaciones, he descansado de quimio tres meses Ahora, después de 17 sesiones, me van a dar radio, porque una de las metástasis que tenía se ha puesto a dar guerra. Sin embargo estoy contenta, porque me siento muy querida y cuidada por mi familia, mis amigos y por el Señor... Quería decirte que desde el mes de mayo estoy recibiendo un tratamiento de acupuntura y, créeme, la diferencia es enorme. De pasarme el día tirada en el sofá a llevar una vida casi normal. En octubre volví a trabajar, en versión relajada, pero es un regalo. Nada más, un saludo. Te tendré presente.
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